Información de interés sobre la alergia a los ácaros del polvo

Mucho alboroto por nada
¿Realmente tienen los alérgicos a los ácaros que renunciar a la comodidad que ofrece la ropa de cama de pluma y plumón? No, no tienen por qué. A pesar de que la respuesta a esta pregunta hace tiempo que está clara, sigue habiendo un intenso debate en torno a esta cuestión. Aun así, en las cabezas de muchas personas sigue rondando el prejuicio de que la ropa de cama de pluma y plumón es el hábitat favorito de los ácaros del polvo doméstico.

¿Qué hay de cierto en ese rumor?
El Prof. Dr. Dr. Hans Jürgens, director del Instituto de Antropología Industrial de la Universidad de Kiel, realizó un estudio sobre este problema. Los resultados confirman no solo que los alérgicos a los ácaros del polvo doméstico pueden dormir en camas de pluma y plumón, sino que además esa ropa de cama es especialmente recomendable.

De la teoría a la práctica
Después de que los resultados en laboratorio hubieran confirmado que la ropa de cama de pluma y plumón no está relacionada con la aparición de mayores o menores colonias de ácaros, el Prof. Dr. Dr. Jürgens llevó a cabo un estudio representativo en edredones usados de diferentes hogares. En todos los casos se pudo probar que apenas había ácaros en la ropa de cama analizada.

El procedimiento
Los desencadenantes de la alergia no son los ácaros del polvo, sino sus excrementos, y solo cuando se concentran en grandes cantidades. La presencia de ácaros aislados es insignificante desde el punto de vista alergológico. Los ácaros del polvo están presentes en todos los hogares, ya que se sienten bien en las mismas condiciones ambientales que los humanos. Por eso es extremadamente difícil exterminarlos del todo sin una pérdida significativa de la calidad de vida a la que estamos acostumbrados. Así pues, teniendo en cuenta que solamente las grandes concentraciones de ácaros son peligrosas para las personas alérgicas, lo primero que se estudió fue en qué condiciones se reproducen estos bichos de forma masiva.

Alimentación
Los ácaros del polvo se alimentan principalmente de escamas de piel humana o animal. Una persona desprende entre 0,5 y 1 gramo de piel al día, 0,25 gramos de los cuales ya serían suficientes para alimentar a varios miles de ácaros durante meses. Las plumas y plumones no forman parte del menú de los ácaros del polvo, tal como demuestran diferentes ensayos. Conclusión: no son las plumas y plumones lo que alimentan a los ácaros, sino los humanos.

Barrera textil
Un dato interesante que se observó durante este estudio consiste en que los ácaros del polvo son demasiado grandes para atravesar el revestimiento y llegar a las plumas y plumones. Estos revestimientos garantizan un perfecto intercambio climático y de aire, pero están tejidos de tal forma que los plumones más finos no pueden atravesar la tela. Es lo que los expertos llaman "a prueba de plumón". Los ácaros del polvo no tienen motivación alguna para atravesar el revestimiento y llegar a las plumas y comérselas, además de que el revestimiento a prueba de plumas y plumones constituye otra barrera que les impide entrar dentro de la ropa de cama.

Conclusión: un rotundo "sí" a la pluma y el plumón
Los alérgicos a los ácaros del polvo también pueden disfrutar sin temores de las ventajas y la comodidad que ofrece la ropa de cama de pluma y plumón. Según los resultados del estudio, hay dos razones por las que apenas hay ácaros en las camas de pluma y plumón. Por un lado, porque se alimentan principalmente de escamas de la piel y no de plumas y plumones, por lo que los ácaros no se sienten atraídos a atravesar el revestimiento. Por otro lado, el tejido a prueba de plumón del revestimiento les impide atravesar esta barrera textil.